En casa
Cuando desperté, busqué al abuelo a mi lado, pero ya no estaba. Abrí los ojos y cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que estaba en mi habitación. Me levanté eufóricaeufórica Alegre, contenta. y empecé a llamar a mi madre.
—Mamá, mamá, ¡ya estoy aquí!
Mi madre abrió la puerta con cara de asombro.
—Pero, hija, ¿qué escándalo es este?
—¿No me echabas de menos?
—Hija, nos vimos anoche antes de acostarnos…
Estaba muy confundida… ¿Acaso todo había sido un sueño?
—¿Y el abuelo? ¿Ya ha vuelto? —pregunté extrañada.
—¿Vuelto de dónde? El abuelo está en su casa con la abuela. Hija mía, estás muy rara…
—Pero ¿no había desaparecido? Yo lo había encontrado en su cuadro…
—Creo que has tenido un mal sueño. Vamos, levántate, que vamos a ver a tus abuelos.
—¿Sueño? ¡No puede ser! Era tan real…
Realmente, me sentía desilusionada.
***
Cuando llegamos a casa de mis abuelos, todo parecía normal. Se comportaban como si nada hubiese pasado. Empecé a creer que todo había sido producto de mi imaginación.
Saludé a mi abuelo con desilusión. Su aspecto volvía a ser el de un señor mayor y la vitalidad del día anterior había desaparecido.
Por la tarde, cuando nos disponíamos a irnos, mi abuelo me agarró la mano y me dijo con cariño:
—Toma, tengo un regalo para ti.
Entonces dejó caer en mi mano un pequeño caballo de madera. Era idéntico al que nos había llevado hasta el cuadro PesadillaPesadilla Sueño horrible.. Lo miré entusiasmada y el abuelo me picó el ojo. Lo abracé y me dijo al oído:
—Este será nuestro secreto.
Estaba eufórica. En ese momento me sentí la niña más afortunada del mundo por tener la familia que tenía, pero tendría que esperar con paciencia la próxima aventura.
Y colorín colorado este cuadro se ha acabado.
FICHA DE LECTURA