ISLA DE LANZAROTE. La llegada. (Pgs. 27 – 31)

ISLA DE LANZAROTE
La llegada
A las tres horas, siendo ya mediodía y tras haber sobrepasado Papagayo, entramos en un puertito abrigado que llaman Tiñosa. Se había considerado arribar por allí para evitar el peligro del volcán y porque desconocíamos si toda esa punta de Lanzarote estaba aislada por las lavas recientes.

Nada más tocar tierra, dos de los marineros subieron una loma y se perdieron tras ella. Había pasado al menos una hora cuando volvieron acompañados por un hombre que traía una recuaRecua Recua: Grupo de animales de carga. de mulos. Ese hombre, mi criado y yo montamos y nos dirigimos a la capital de la isla, Teguise, para informar al Alcalde Mayor de la misión que tenía encomendada y que me prestara la ayuda necesaria, tal como le indicaba don Pedro Sánchez en una carta que yo mismo portaba.
Durante el camino vimos gente huyendo del volcán; por todos los caminos aparecían y deambulaban como perdidos. Las mujeres lloraban con los niños en los brazos y los hombres miraban a la nada y también lloraban, pues sus voces eran lastimeras, cargadas de tristeza.
Jamás había visto un espectáculo tan desolador. El mundo se estaba yendo de debajo de los pies de estas gentes despojadas de todos sus bienes y, al parecer, de toda esperanza. Rezaban a gritos, como si sospecharan que Dios hacía oídos sordos a sus súplicas. Más de una vez tuvimos que parar nuestro galope para atender a los que se quedaban sin tino y volvían sus pasos hacia el infierno del volcán con los ojos extraviados y los labios temblorosos. Tampoco había visto jamás tantas muestras de consolación entre los hombres y las mujeres, tantos deseos de salir indemnesIndemnes Indemnes: Sin daño alguno de semejante y terrible catástrofe. Se oían las explosiones y veíamos el cielo cruzado por nubes de arena candenteCandente Candente: Enrojecida por la acción del calor (caliente)..
Ya cercanos a la Villa, se nos unió un jinete que venía del Puerto del Arrecife; portaba cartas dirigidas al Alcalde Mayor y al Gobernador de las Armas de Lanzarote, las cuales, según él, habían llegado a la isla no hacía menos de una hora procedentes de Gran Canaria en una goletaGoleta Goleta: Embarcación de bordas poco elevadas, de dos palos y a veces de tres. inglesa.

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