DORAMAS, NOBLE
Con frecuencia Doramas repetía la visita al poblado del Barranco de Los Tiles cargado de productos del mar. En cierta ocasión se sentó como siempre a descansar junto a un riachuelo al cobijo de un frondoso barbusano. Observó la tierra bajo sus pies colonizada por el extenso bosque, oyó el silbido del viento y el canto de los pájaros, olió las hojas de un tomillo salvaje y tocó el agua clara que se escurría en vertical. Entonces apreció como nunca la riqueza que constituía aquel paraíso y el fuerte vínculo que le unía a su isla.
Pero la preocupación por el futuro de su pueblo iba en aumento desde que las incursiones de los castellanos se tornaran más belicosas. Desde siempre había oído hablar del contacto de los nativos con gentes venidas por el mar; pero ahora intuía que todo cambiaría muy pronto, visto el carácter arrogante de los soldados alojados en el fuerte del Real de Las Palmas, así llamado por la abundancia de palmeras en el lugar. Con ellos había librado algunos enfrentamientos como la toma de la Torre de Agando o la batalla del Guiniguada, en la que AdargomaAdargoma Adargoma: espalda de risco. fue hecho prisionero. Estas escaramuzas pusieron en peligro su vida; prueba de ello eran las cicatrices que se apreciaban en todo su cuerpo.
Los ladridos insistentes de Cigüé hicieron que se incorporara, y entre la arboleda vio llegar al Tarute, el mismísimo mensajero del GuanartemeGuanarteme Guanarteme: Rey., que le dio una importante noticia que habría de cambiar el ritmo de su vida. En el plazo de tres amaneceres tendría que presentarse en el TagororTagoror Tagoror: gran círculo de piedra. para ser nombrado noble, según había acordado el Sábor reunido para la ocasión en las cuevas de Facaracas de AgáldarAgáldar Agáldar: Gáldar..
Mudo de la sorpresa quedó largo rato, hasta que decidió compartir su alegría con la gente del barranco hacia donde encaminaba sus pasos; pero como ya era tarde, tuvo que pasar allí la noche. De madrugada, salió hacia el poblado de ArehucasArehucas Arehucas: bendición (Arucas). llevando con sumo cuidado un colgante hecho con la concha más hermosa que encontró en las playas del Bañadero. Cuando llegó ante Nira, se lo colocó amorosamente en el cuello. Ella estaba bajo un guaydil girando el tasarTasar Tasar: molino de mano redondo hecho de piedra. que destilaba gofio; mezclado con leche lo saborearon juntos a la entrada de la cabaña sobre una estera de junco finamente trenzada. Sus hijos, Yguanira y Meteimba jugueteaban con el barro acumulado cerca del alfar.
A Nira no le gustó la idea del ascenso social de Doramas porque sabía que, dada su obsesión por la presencia de extranjeros en la isla, eso le acarrearía muchos peligros. Sobre todo, temía que esa circunstancia les alejara para siempre. Él le juró entre dulces e interminables besos y caricias que no había nada en el mundo que pudiera separarlos.
En el día previsto, el Tagoror amaneció enramado. Los fastos de la ceremonia habían congregado a guayres, nobles y ancianos de toda la geografía insular. Doramas se puso su mejor tamarcoTamarco Tamarco: vestido de piel curtida.. Llevaba adornada la cara y el cuerpo con pintaderas impregnadas en sangre de drago.
Avanzó hacia el Guanarteme y permaneció erguido ante su atenta mirada. El FaycánFaycán Faycán: Sacerdote. pidió en juicio público que se pronunciaran en cuanto a la falta de honradez o mal comportamiento del aspirante, y como ningún testigo tuvo queja alguna, inició el discurso destacando los méritos por los que un villano, oxicatnaOxicatna Oxicatna: trasquilado. como él, merecía tal distinción. Habló de cómo fue testigo de su arrojo y valentía en la lucha frente a los forasteros que faltaban a su palabra, robaban el ganado agrediendo a los pastores, y destruían los pastos, las higueras y sus cultivos. Por enfrentarse valientemente a ellos, se había ganado el respeto de todos.
A continuación intervino el mayor de los seis guayres para recordar a los presentes que Juan Rejón, capitán del fuerte del Real de Las Palmas, había recrudecido su acoso a los habitantes de la isla, hallando en Doramas, temerario guerrero de espíritu libre y extraordinarias cualidades para la lucha, un claro ejemplo de resistencia del que el Sábor se sentía muy orgulloso.
El Guanarteme, Tenesor Semidán, colocó las manos sobre su cabeza y le entregó el banotBanot Banot: palo grueso con la punta afilada, lanza de guerra. y la tarjaTarja Tarja: escudo de corteza de drago. al tiempo que le decía con regocijo:
−¡Aicá maragá!
Doramas juró por AcoránAcorán Acorán: dios. y por sus antepasados defender Canaria y a todas sus gentes. En las inmediaciones del Tagoror el pueblo vitoreaba a su caudillo:
−¡Altahay, altahay!
A continuación, lo sacaron a hombros y le obsequiaron con cantos y bailes.
Un guatativoaGuatativoa Guatativoa: convite. de apetitosas tamaraonas de carne asada y sabrosos frutos puso fin a la fiesta.