Nadie habría afirmado jamás que Jacinto, un pastor que pasaba la mediana edad, enclenque y solitario, sería elegido para desempeñar la que seguramente es la tarea más importante y peligrosa que un mortal puede llevar a cabo. La aventura en la que se va a ver envuelto podría significar su propia muerte y el cambio del devenir de la humanidad.