Todo transcurría a pedir de bocaA pedir de boca A pedir de boca: Se dice de algo que sale exactamente como se deseaba.. Tenía amigos con los que compartía aventuras y una familia: mi «padre», don Lucas, y mi «tío», Olegario, que había experimentado un cambio espectacular desde que le fue encomendada mi vigilancia, pues había dejado de beber de manera fulminante, de un día para otro. Yo crecía jugando fuera del teatro y dentro de él, era feliz o creía serlo; pero cuando vi subir a Leticia del Cielo acompañada de su padre hacia el palcoPalco Palco: Espacio en forma de balcón con varios asientos que hay en los teatros. de honor, supe que lo que yo había experimentado hasta ese momento no se trataba de la felicidad. La felicidad consistía en admirar sus ojos, dos lunas llenas barnizadas de verde y miel, y su melena oscura de cabellos gruesos y ensortijados; y en respirar el perfume a vainilla y canela que dejaba a su paso. Era la viva imagen que guardaba en mi mente de la Scherezade de los relatos de Las mil y una noches que me leía don Lucas para dormirme.
Nunca había subido al escenario. Había tenido muchas oportunidades para hacerlo, pero me daba una vergüenza espantosa. Sin embargo, hacían falta figurantes para I Pagliacci, la ópera que se iba a representar ese día y a la que había anunciado su presencia don Feliciano, un sujeto de temible reputación, poderoso y tan inmensamente rico que alquilaba el teatro para disfrutar en soledad de los espectáculos. No habría más público, me dije. Además, la obra acontecía en un circo, y yo me iba a disfrazar de domador de leones, incluido el látigo. Quiso la fortuna, a estas alturas aún no sé si la buena o la mala, que al productor de la obra se le antojara que yo fuera a por tabaco como una centella. Estaba sentado aquel en el patio de butacas bufandoBufando Bufar: Manifestar [una persona] un enfado o malestar con sonidos semejantes a los bufidos de los animales por los nervios propios del evento, al que le quedaban apenas unos minutos para dar comienzo; así que por abreviar salí disparado por la puerta principal. Fue entonces, al enfilar el vestíbulo, cuando vislumbré a Leticia del Cielo, enganchada de su progenitorProgenitor Progenitor: Padre., sumida en la voluptuosidad sin fronteras que emanaba de su cuerpo de cisne.