NADAR CON LOS SUEÑOS
Al final del día, la alpispaAlpispa Alpispa: Pájaro de unos 18 centímetros de longitud, que tiene las partes superiores de color gris azulado, y amarillos el pecho y el vientre. ya había divulgadoDivulgado Divulgar: Hacer que una información secreta o escondida deje de serlo. la noticia por todos los rincones. Le faltó tiempo para ir contoneando su estirada cola por los puntos de agua de los alrededores, chismorreando el buloBulo Bulo: Noticia falsa que se difunde, generalmente, con el fin de perjudicar a alguien. a toda criatura viviente que venía a refrescarse.
Al pregonarlo, disfrutó como no lo había hecho desde hacía tiempo, haciendo pensar a unos que Ranira era arroganteArrogante Arrogante: [persona] Que muestra soberbia y trata con desprecio a los demás. y presumida, y a otros que era más tonta de lo que parecía.
El mirlo, al enterarse, lanzó estridentesEstridentes Estridente: [sonido] Que es agudo, desapacible y chirriante. carcajadas que resonaron entre los cercados de frutales. Sin embargo, la inseparable pareja de tórtolas prefirió creer aquella historia de princesa de cuento.
Las palomas se limitaron a compadecer a la pobrecilla rana. Pensaron que seguramente habría cogido una insolaciónInsolación Insolación: Trastorno cerebral, debido a una exposición prolongada a los rayos del sol, que se caracteriza por fiebres altas y convulsiones. en su deambular buscando un nuevo hogar y eso la habría trastornado.
El cuervo la juzgó cruelmente, asegurando que habría que encerrarla tanto si era una embusteraEmbustera Embustera: mentirosa como si había perdido por completo el juicio.
El pájaro canario se sintió identificado con aquella historia porque anhelaba vivir con gente que apreciara la armonía de sus trinos. A menudo pensaba que daría lo que fuera por poder cantar desde la puerta (abierta, claro está) de una reluciente jaula de oro, aclamado por un público entendido en el bel cantobel canto Bel canto: Estilo de canto operístico que se caracteriza por resaltar la belleza sonora y el virtuosismo..
En fin, durante un tiempo no se croaba ni piaba de otra cosa. La incomprendida Ranira fue la comidilla de todos los picos y las pegajosas lenguas que a pie juntillas creyeron el invento de la alpispa.
De nada sirvió que afirmara una vez y otra que ella nunca dijo que fuera una princesa, ni que estuviera encantada. Nadie parecía tenerlo en cuenta una vez que se extendió el falso rumor.
Con los sentimientos heridos, más que nunca se sintió incomprendida en aquel mundo de agua donde ahogaba sus penas.
Al caer la noche, hecha un mar de lágrimas, contempló para consolarse los encantos que brinda el cielo y a la hora mágica de la medianoche conversó con la luna reflejada en la quietud del agua.
La luna le mostró el brillo de su cara más amable y, como tantas otras veces, la animó a ser valiente para afrontar las dificultades.
—Si sigues llorando, va a rebosar la charca —le repetía intentando hacerla reír—. No desesperes. No vale la pena llorar, es mejor mantener la firmeza y ser tú misma, confiar en tus cualidades y luchar por lo que quieres conseguir.
La luna la acarició con sus rayos plateados.
—Tú eres única y especial. Lo importante no es cómo te ven los demás, sino cómo te ves tú. Vales mucho, debes ser fuerte y, sobre todo, no dejes de soñar. El éxito en la vida no siempre es inmediato. Un gran logro es fruto de pequeños logros. Céntrate en lo que de verdad importa y sé paciente.
Ranira lo era y le sobraba voluntad y coraje para seguir adelante.
La luna espantó su tristeza y, decidida a ayudarla para que se sintiera segura, le garantizó que nada malo le pasaría en adelante.
Pasados los malos momentos, Ranira intentó ser positiva y nadar con los sueños sin saber que le esperaba una grata sorpresa.